Retiros Psicodélicos como “Cottage industry”

Argumentando a favor de no ser demasiado profesional

Oliver Sutton Owen

11/2/20253 min leer

Este texto hace referencia al concepto en inglés de cottage industry, que se refiere a la idea preindustrial de manufactura, un concepto muy extendido en el mundo anglosajón para extendidas prácticas artesanales sin que estas estuviesen dispuestas como un elemento central alrededor del cual se articulaba la vida, al contrario del caso del trabajo, elemento articulador de la vida en el mundo industrializado.

Desde hace un tiempo he querido escribir un texto sobre los retiros como cottage industry. Para que entiendas mejor de qué se trata, imagina a un hombre sentado en su telar manual casa casa por la noche, tejiendo un trozo de tela que usará tanto para vestir a su familia como para ganar algo de dinero vendiendo el excedente. Esta actividad está integrada en la variedad de tareas que realiza cada día, algunas de las cuales mantienen el hogar, otras generan ingresos y otras proporcionan alimento.

La revolución industrial cambió todo eso. El proceso de fabricación salió del hogar y se trasladó a la fábrica, donde se realizaba a gran escala con la intención principal de generar capital. Todo empezó a girar en torno a la eficiencia y la especialización. Cuanto más se pudiera escalar, mejor; más unidades de producción significaban más ganancias y ese era, al fin y al cabo, el objetivo que impulsaba todo el proceso.

El resto de la historia nos resulta familiar a la mayoría. Es la historia del capitalismo y ahora más que nunca vivimos bajo el hechizo de sus supuestos básicos y su forma de operar. Emprender un negocio es algo maravilloso. Proporciona un servicio, satisface una necesidad, da a las personas un objetivo. Pero a menudo caemos bajo el hechizo de esta forma industrial de pensar: ¿cómo podemos escalarlo? ¿Cómo podemos mejorar la eficiencia? ¿Cómo podemos maximizar la rentabilidad?

Y veo que lo mismo está ocurriendo en el mundo de los psicodélicos en general y en el ámbito de los retiros psicodélicos en particular. ¿Cómo podemos escalarlo? ¿Cómo podemos optimizarlo? ¿Cómo podemos llegar a más personas? E implícitamente en estas preguntas: ¿cómo podemos ganar más dinero? Esto se hace más evidente en el modelo de negocio de ciertas grandes empresas de retiros y formación psicodélica que se han centrado mucho en convertirse en líderes del mercado, y cuyos sitios web llevan la inconfundible marca del lenguaje corporativo, aunque esto aplica a cualquiera cuya prioridad se haya convertido en generar ingresos o hacer crecer el negocio.

No dudo que la mayoría de las personas que trabajan para este tipo de empresas sean sinceras en su deseo de difundir los beneficios de los psicodélicos e incluso que los directivos corporativos crean en su propio discurso de hacer el bien a gran escala. Sin embargo, el modelo de negocio es inconfundible y sin duda está informado por una forma de pensar y actuar que necesita ser cuestionada y transformada. No sé si Einstein realmente dijo que los problemas del mundo no pueden resolverse con la misma forma de pensar que los creó, pero creo que la cita es absolutamente aplicable en este caso.

Y por esa razón, siento que el modelo preindustrial proporciona un buen ejemplo de cómo deberían gestionarse los retiros psicodélicos a una escala más humana. En After the Rains no tenemos intención de escalar. Somos dos personas, Carla y Oliver, que trabajamos en otros empleos. Organizamos unos pocos retiros al año además de quizás una sesión individual al mes. Nos complace el ingreso adicional que esto nos proporciona y nos aseguramos de cobrar lo suficiente como para sentirnos recompensados por el considerable esfuerzo y tiempo que implica organizar y llevar a cabo estos eventos. Pero nuestra energía no se centra en hacer crecer el negocio, sino en crear las condiciones, desde el primer contacto hasta la llamada de integración posterior al evento, en las que cada participante se sienta plenamente acompañado. No pretendemos ser profesionales ni intentamos cultivar una actitud profesional. Más bien, buscamos estar presentes como las personas que somos, actuando con habilidad, empatía y autenticidad.

En un retiro ocurre cierta alquimia. A pesar de toda la planificación previa, solo cuando el grupo se ha reunido empieza realmente a tomar forma la dirección que tomará el retiro. Esto se debe a que todos somos co-creadores del retiro. Esa primera tarde, todos sienten la buena voluntad que impregna al grupo y comienzan a bajar la guardia. Las personas se sienten seguras y apoyadas, pero también con la libertad de estar plenamente presentes. Una organización excesiva, la estandarización o una distancia profesional demasiado marcada pueden sofocar esta alquimia que no se puede planear y surge cuando las personas responden con autenticidad entre sí y a cada situación particular a medida que se desarrolla.

Esto… y los hongos. Los hongos también nos ayudan a disponer la atención.